La motivación artística en fotografía (II)

Quiero subrayar que no existe camino, sino un camino para cada individuo, que no es más que el último análisis que cada cual debe realizar en la fotografía y en la vida. De hecho, la fotografía es un registro de la propia vida, evidente para cualquiera que sepa mirar. Quizá al observar nos puede afectar la forma en que otros miran, debemos utilizarla para encontrar nuestro propio camino, pero sabiendo liberarnos de su influencia. Esto es lo que Nietzsche quiso decir al declarar: “acabo de leer a Schopenhauer, ahora debo deshacerme de él”.  Sabía hasta que punto podían resultar traicioneros los camino de los demás, sobre todo aquellos que poseen el rigor que confiere la experiencia profunda, si llegaban a interponerse entre la persona y su propia visión. Por lo tanto, insisto en que tanto la composición como el diseño no significan nada, a menos que sean los moldes que cada uno se fabrica, y en los cuales vierte su propio contenido. Estos moldes sólo eran válidos si se respetan los materiales propios de cada medio y se tiene una cierta maestría en su utilización. En otras palabras, se debe primero aprender a fotografiar, aprender el oficio, y al hacerlo se encuentra el camino para expresar todo lo que se quiera. Los viejos maestros fueron primero artesanos y después algunos llegaron a artistas.

Paul Strand - The White Fence, 1916

Paul Strand - The White Fence, 1916

[…]

Si se trabaja en un medio gráfico, debe encontrarse el camino para simplificar la expresión y eliminar todo lo innecesario. Cada una de las partes de la imagen -sea pintura, grabado o fotografía- debe tener un significado y estar en relación con los demás elementos. Esto se consigue de forma natural e inevitable utilizando las verdaderas cualidades del medio en relación con la propia experiencia vital.

[…]

Porque nadie sabe –y menos quienes presumen de tener dichos conocimientos- qué es arte, o qué es Dios, o qué es cualquier otra abstracción. Sin embargo hay unos pocos que saben qué es la fotografía y qué es pintura. Saben que hay mucha pintura que es mala fotografía, al igual que casi toda la fotografía es mala pintura. En resumen, saben reconocer cuándo algo es genuino y vivo, o cuando es falso y está muerto.

Para terminar, quiero dirigirme a los estudiantes de fotografía. Digo estudiantes sin ningún matiz despectivo. Todos somos estudiantes […] Cuando dejen de ser estudiantes puede que dejen de estar vivos en lo que concierne al sentido de su trabajo. Por lo tanto les hablo de estudiante a estudiante, dejando a un lado la experiencia propia. Quiero decirles, pues, que antes de dedicar su tiempo a la fotografía –que por otro lado les tomará mucho- piensen hasta qué punto es importante para cada uno de ustedes-.  Si lo que realmente persiguen es pintar, entonces no fotografíen, excepto si lo que buscan es divertirse como lo hacen el resto de clientes de Eastman (Kodak). La fotografía no es un atajo para llegar a la pintura, para llegar a ser artista o para cualquier otra cosa. Por otro lado, si la cámara y sus materiales les fascina y motiva su energía y su respeto, aprendan a fotografiar. Descubran primero qué puede hacer esta cámara y estos materiales sin ninguna interferencia, únicamente con su propia visión. Fotografíen un árbol, una máquina, una mesa, cualquier trasto viejo; háganlo una y otra vez modificando la iluminaación. Observen lo que registra su película […] El campo es ilimitado, inagotable, sin tener que salir de las fronteras naturales del medio. En resumen, trabajen, experimente, y olvídense del arte, del pictorialismo y de otras palabras en mayor o menor grado carentes de sentido. […] Y observen también críticamente lo que se está haciendo en general y lo que cada uno de ustedes realiza ahora.

Paul Strand - The Lusetti Family, 1953

Paul Strand - The Lusetti Family, 1953

[…]

Observen todas estas cosas. Vean qué significan para ustedes; asimilen lo que puedan y olvídense del resto. Sobre todo, miren las cosas que les rodean, su mundo inmediato. Si están vivos, significará algo para ustedes, y si se interesan lo suficiente por la fotografía y saben como usarla, querrán fotografiar ese significado. Si permiten que la visión de otra gente se interponga entre el mundo y su propia visión, conseguirán algo ordinario y sin sentido [… ] Pero si conservan esta visión clara, conseguirán hacer algo que por lo menos será una fotografía con vida propia […]. Para conseguir esto no existen atajos, ni fórmulas, ni reglas; únicamente en todo caso las que rigen la vida de cada uno. Sin embargo, es necesaria la autocrítica más rigurosa y el trabajo constante. Pero primero aprendar a fotogafiar. Para mí esto constituye ya un problema sin fin.

Paul Strand: La motivación artística en fotografía  (1923), citado por Joan Fontcuberta en Estética fotográfica (Editorial Gustavo Gili)

Esta entrada fue publicada el julio 28, 2011 a las 7:06 am. Se guardó como Fotografía, Lecturas y etiquetado como , , , , . Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.

Un pensamiento en “La motivación artística en fotografía (II)

  1. Que hermosas fotos, tengo una fotografía similar a la 2da donde se observa a una ancianita y su casa a lo lejos… una foto que me fascina por los recuerdos que trae a mi mente.

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