Llévame en un viaje tan bien como sepas hacer. Investiga las cosas que te molestan o enséñame a quién amas. Enséñame lo que crees que sabes o lo que estás descubriendo por primera vez. Lo más importante: enséñame lo que has visto como lo has visto. Inventa el mundo para mí. Revela la naturaleza de tu curiosidad. Desafía tus presunciones y las presunciones de tu cultura. Ve más allá y sé tan convincente e irresistible como sea posible. Reúne tu mejor argumento. Ve más profundo y con convicción. Enseña tus hallazgos de un modo que me convenza de tu visión y que haga que ningún otro hallazgo fuera tan convincente e inapelable en su lugar. Enséñame tus imágenes para que entren en mi conciencia y pueda soñar tus ideas de nuevo. Cámbiame y cámbiate a ti mismo a través de tus descubrimientos. Y hazlo sin artificio ni pretensión. Hazlo simplemente con un propósito consciente y con las herramientas de las que dispones. Hazlo simplemente de un modo en que pueda oír claramente tu voz y conocer el poder de tu mente a través de las elecciones que muestras en la práctica que has elegido compartir.
Ken Schles: Invent the World for me, en The Photographer’s Playbook (editado por Jason Fulford y Gregory Halpern, Aperture)